Historia real: Eran las 5 de la tarde cuando entré en una sala donde me esperaban directivos de una gran compañía energética con quiénes iba a compartir las conclusiones de un proyecto de customer experience.
En ese momento escuché una voz al fondo de la sala que me dijo con humor: “¿Vas a contarnos algo interesante o traes un power point?”. No pude evitar sonreírme. Con el tiempo, he recordado en infinidad de ocasiones – e incluso he sufrido en carne propia – ese mensaje amistoso que me lanzó mi cliente.
Sería por aquella época, cuando el gran mago Roberto Giobbi me dijo en una visita a Madrid: “Los espectadores perdonan cualquier error, pero no perdonan aburrirse”.
Esta introducción es para mí una de las esencias para lograr que tu webinar sea alucinante.
Hay decenas de claves que pueden ayudarte, si bien he decidido resumirlos en un decálogo para que te autoevalúes e incorpores alguna de estas ideas a tus sesiones.
Formar es una acción limitada que no implica que exista el aprendizaje. Debemos focalizarnos en lograr una experiencia satisfactoria del asistente. Graba alguno de tus webinars e invierte el tiempo en verlo después; puede que no aguantes ni 15 minutos.
Diseña un guion para visualizar la estructura, los puntos de anclaje, las dinámicas, interacciones… (y hazlo antes de preparar el ppt). POR SUPUESTO, el ppt NO puede ser tu guion. Yo utilizo dos tipos de guiones. Uno esquemático, incluyendo los temas a abordar, la clave de cada uno y tiempo asignado. Otro con más detalles. El guion es algo vivo.
Todos valoramos aprender. Sin embargo, es habitual que un webinar en la agenda se perciba como una interrupción que no nos permite avanzar en el trabajo. Por tanto, es importante crear un contexto de “buen rollo”; que la gente disfrute la experiencia y sienta que les es útil. Transmite los beneficios de la forma más concreta posible; tanto al inicio como durante la sesión; y con ejemplos de aplicación concretos.
¿Cuáles son las ideas fuerza de mi sesión? Debemos ser poco ambiciosos con el número de ideas fuerza. Y no transmitir más de una idea por transparencia. La misma idea se puede repetir desde otros ángulos a lo largo de una sesión. Prefiero un webinar con 80 transparencias donde casi no haya palabras, que 15 transparencias llenas de texto o esquemas.
Los ejemplos y las anécdotas se retienen con mucha más facilidad , es la mejor forma para persuadir y aprender; pero es importante que sean memorables y aplicables. Por ello es clave conocer el colectivo al que te diriges, sus prácticas y sus retos en relación al tema sobre el que estás formando.
Una IMAGEN vale más que mil palabras. Por lo tanto, muy poco texto y mucha imagen. Si quieres utilizar algún video, debe estar claramente relacionado con lo que quieres que aprendan. Valora también su explotación como uno de los métodos más efectivos para la experiencia del participante.
Los participantes tienen ejemplos, situaciones, anécdotas y opiniones de gran valor para todos. Interactúa y saca partido a la inteligencia colectiva. No hace falta ser un gurú tecnológico; es más importante tener la inteligencia pedagógica para el cómo, el cuándo y para qué interactuar. Compartir visiones es además uno de los elementos que genera más satisfacción en el participante.
Para generar y mantener la atención propongo tres sencillos métodos. Mira a la cámara; el participante sentirá que le estás mirando a él. Incorpora alguna pregunta, aunque sea retórica, antes de presentar un dato o un concepto. Y en un nivel avanzado de comunicación, utiliza los silencios; aunque suelen ser incómodos en el formato webinar, hacerlo con inteligencia genera esa deseada tensión narrativa.
Para que tu hipocampo “decida” ubicar una idea en la memoria a largo plazo, introduce la emoción, repite las ideas (hasta seis veces), ancla los aprendizajes con los propios participantes y, sobre todo, pregúntales cómo van a aplicarlo al día siguiente.
Si introduces humor y pasión por la temática, tendrás más puntos para que tu webinar sea memorable; las neuronas espejo harán su función de contagio. ¿En qué sobresales o qué se te da bien? Foméntalo. No hace falta que seas super-guay y enrollado si no es tu estilo. Sé tú mismo y, en función de tus talentos y tu personalidad, siéntete cómodo e intégralo de forma atractiva en tu comunicación.
En mi experiencia asesorando a comunicadores y formadores, el no conseguir un webinar de impacto se debe con mayor frecuencia a un fallo en el diseño y la estructura y no tanto a la ejecución.
¿Qué otros puntos incluirías tú?