La toma de decisiones es resultado en muchos casos de una falta de autocontrol bastante predecible. Es decir, todos los humanos tenemos una serie de sesgos que de alguna forma pre-determinan cierto comportamiento, y que podemos aplicar cuando hablamos de propósitos para el nuevo año.
¿Cuándo surgen realmente los “problemas” en la toma de decisiones? Cuando el momento de la toma de la decisión y los resultados de dichas decisiones están separados en el tiempo.
Somos optimistas por naturaleza, proyectamos el futuro en base a la emoción. Sin embargo, es nuestra voluntad el principal motor para hacer que las cosas ocurran, perduren y crezcan. Generalmente se da poco valor a la voluntad y nos da “pereza” pensar en ella.
Un buen ejemplo es el tuyo ahora mismo: ¿no te cuesta leer esta reflexión completa? Ánimo, ejerce esa fuerza de voluntad y lee hasta el final. 😊
En el ámbito de la empresa se habla mucho de cómo motivar a los empleados; pero la capacidad de motivar al otro es limitada. La motivación es más una decisión libre y personal. Por otro lado,
si nuestra “fuente de energía” para hacer las cosas fuera únicamente la “motivación” estaríamos perdidos,
pues cuando llegase el día que nos levantásemos sin ganas para hacer aquello que nos hemos propuesto o aquello que es nuestra obligación, simplemente no lo haríamos; o lo haríamos de forma deficiente. La fuerza de voluntad es absolutamente necesaria para alcanzar no solo nuestras metas y nuestros sueños, sino también para cumplir con nuestras obligaciones. Es un motor clave de las personas fuertes y comprometidas; mientras que las personalidades débiles y dependientes necesitan motivación constante.
NOTA SOBRE MATRIMONIOS EN EL AÑO 2020: Según el INE, el año 2020 se celebraron en España cerca de 90.000 matrimonios. La mayoría de las parejas, cuando deciden dar ese paso piensan, o mejor dicho “sienten”, que ese cosquilleo durará toda la vida. Por supuesto que eso es posible, pero si queremos mantener la ilusión del primer día, se requiere una generosidad infinita por ambas partes, un aprendizaje diario y fuerza de voluntad. Ese mismo año 2020 hubo unos 80.000 separaciones y divorcios en España; con un elevado porcentaje de matrimonios rotos. Cuando una pareja deja de sentir ese “enamoramiento” a flor de piel, cuando surgen las dificultades, o crece la monotonía, muchas personas cortan por lo sano aduciendo esa “falta de motivación” de la que hablaba antes. La cultura del “no-compromiso”, de los trayectos cortos, de la obsolescencia programada que no es más que un síntoma de la falta de voluntad para luchar por lo que uno estaba construyendo, por un proyecto en común que seguramente merecía la pena…
La economía del comportamiento (“Behavioral economics”) ha investigado mucho sobre la toma de decisiones y la motivación. Permitidme compartir dos ejemplos extraídos del libro “Nudge” del Nobel de Economía Richar Thaler
CASO REAL 1: “Este año me propongo dejar de fumar y adelgazar 5 kgs”.
Cuando fumas un cigarro no notas que te esté afectando al pulmón de forma inmediata, ni siquiera en el corto plazo. El Gobierno obligó a incorporar en las cajetillas imágenes y mensajes como “Fumar mata”; es decir, una consecuencia diferida de fumar. Cuando fumas sientes cierto “placer” de forma inmediata, pero no las consecuencias negativas.
De igual forma, cuando estás a dieta y comes con amigos, al llegar el postre… a veces te dices a tí mismo “un día es un día”, disfrutas de forma inmediata del dulce (además del momento social de todos tomando un postre). Las consecuencias a veces llegan en forma de pensamientos a tu “conciencia” a posteiori (“no debería habérmelo tomado…”); y a la larga a no cumplir tu objetivo de dieta.
CASO REAL 2: “Voy a hacer una tabla de ejercicios a diario”
Imagínate que decides descargarte una APP en tu móvil que te ayuda a hacer ejercicios en casa ; y debes levantarte 30 minutos antes para realizarlos. En este caso ocurre lo contrario que en el caso anterior: el coste de hacer ejercicio es “inmediato” (madrugar, esfuerzo…) , pero la recompensa llega en el largo plazo.
Dos consejos:
- El elefante a trocitos. Por un lado tenemos que soñar a lo grande, por otro lado debemos de pensar en qué tiene que ocurrir para alcanzar ese sueño; márcate metas sencillas y realistas, sobre todo al inicio.
- Comparte tus objetivos con alguien: tómate un café con ese amigo y cuéntale tus propósitos; el solo hecho de compartirlo te compromete y, si además, lo hacéis juntos mucho mejor.
PD: Un tío mío con fama de tener mucha fuerza de voluntad nos contó un día que cuando era joven leía mucho y cuando llegaba una escena interesante dejaba el libro para el día siguiente para fortalecer la fuerza de voluntad. Eso es ser un super héroe, los humanos de carne y hueso como yo, cuando nos enganchamos a un libro o a una serie, necesitamos acabar el capítulo hasta el final 😊